Salvador Dalí en las fallas de Valencia

El pasado mes de noviembre la UNESCO declaró a las Fallas de Valencia Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, reconociendo así la creatividad popular de una fiesta en la que están implicados muchos colectivos y que sirve para preservar artes y oficios tradicionales.

Lo que mucha gente desconoce es que en 1954 Salvador Dalí participó muy activamente en esta fiesta tradicional. La Comisión El Foc encargó al pintor el diseño de una falla fuera de concurso que se plantó en la actual Plaza del Ayuntamiento de Valencia. Dalí dejó volar toda su imaginación y creó una falla con el lema "Corrida de toros surrealista" que contenía mucha de la iconografía más popular daliniana. El artista fallero Octvavio Vicent fue el encargado de hacer realidad -no sin grandes dificultades según explican los medios de la época- aquella fantasía.

La escultura representaba una corrida de toros, en el centro de la arena situó a un torero con alas de mariposa multicolores. El público estaba formado por brazos y piernas alzados, junto a algunos "ninots" que representaban al propio Dalí, su esposa Gala y a algunos nazarenos. Un enorme busto mitad Dalí-mitad Picasso presidía la ceremonia, mientras un peculiar helicóptero con alas y garras de águila, cabeza de sapo y cuernos se llevaba el toro muerto hacia unas montañas que recordaban a las de Montserrat.

Hasta entonces nunca se había visto una falla como aquella y, a pesar de que atrajo a un numeroso público curioso por ver el resultado, incluso venido del extranjero, convirtiéndola en la falla más visitada de aquella edición, no fue muy bien recibida por los círculos falleros que la encontraron demasiado provocadora y la criticaron con dureza.