¡Salvador Dalí encarcelado!

Durante la dictadura de Primo de Rivera, con motivo de una visita del rey de España Alfonso XIII, se produjeron una serie de detenciones preventivas de elementos contrarios al gobierno -muy abundantes en aquella época en la comarca del Ampurdán. Uno de los detenidos fue Salvador Dalí que el 21 de mayo de 1924 ingresó en régimen de incomunicación en la cárcel de Figueres, junto a dos de sus mejores amigos Jaume Miravitlles y Martí Vilanova, ambos militantes comunistas. Al cabo de pocos días, concretamente el 30 de mayo, Dalí sería trasladado al centro penitenciario de Girona de donde sería puesto en libertad sin cargos por orden del juez militar el 11 de junio.

Los motivos de este encarcelamiento no son nada claros, pues en el registro de la prisión no figura el motivo. Todo indica que las razones podrían ser las frecuentes manifestaciones antimonárquicas y revolucionarias de Dalí y, sobretodo, una represalia por el hecho que su padre denunciara a la derecha figuerense afín a la dictadura por fraude electoral.

La estancia en la cárcel no fue desagradable para el joven Dalí, si hacemos caso de lo que escribió sobre este episodio en la Vida Secreta -con la prevención que debemos mostrar ante dicho libro por las numerosas exageraciones que contiene- en el penal de Girona los otros presos políticos lo trataron con gran respeto principalmente por sus bromas hacia los militares, hecho que le valió que le cortasen el pelo al cero. También cuenta que, cuando fue liberado, fue recibido como un héroe por las calles de su ciudad natal.