En 1925 Salvador Dalí pintó dos retratos de su hermana Anna Maria que, sin duda, han pasado a la historia del arte. Uno es la "Muchacha en la ventana" y el otro es este "Muchacha sentada" que sirvió de portada de la primera exposición del pintor en las Galerías Dalmau de Barcelona. Si Gala fue la gran musa de Dalí a partir de 1929, en las primeras pinturas dalinianas la protagonista femenina indiscutible es Anna Maria Dalí.