A pesar de que no es ni una piedra ni un cristal, sino una resina fosilizada, el ámbar se considera la única piedra preciosa de origen vegetal. Nosotros trabajamos con ámbar procedente de la región báltica, el depósito de ámbar más grande conocido. Este ámbar tiene su origen hace 44 millones de años, en pleno Eoceno.
Se atribuyen al ámbar muchas propiedades, como que es un potente sanador y limpiador del cuerpo, la mente y el espíritu, y también un protector para los niños a los que alivia el dolor dental y los cólicos.
El uso del ámbar en joyería se remonta a la Edad de Piedra, hace 13 mil años.
Este colgante, más que una joya, es una pieza de coleccionista que iluminará el cuello de la mujer que lo luzca.